Dirty Dancing es una película de género romántico con números de baile estrenada en 1987. Escrita por Eleanor Bergstein y dirigida por Emile Ardolino, obtuvo un resonante éxito comercial y es considerada como un clásico de la década de 1980. Un famoso profesor de baile y una adolescente se abrazan al ritmo de la música venciendo las dificultades familiares.
Johnny Castle (Patrick Swayze) es un experto profesor de baile y un amante consumado. Baby Houseman (Jennifer Grey) es una idealista e inocente adolescente. Ambos coinciden en un hotel de montaña durante las vacaciones de verano: ella como huésped, él cómo profesor y bailarín del centro. Cuando la joven ve al bailarín, queda prendada de él a pesar de las diferencias sociales entre ambos y se forma entre los dos una atmósfera cómplice a través del baile. Cuando una situación comprometida le aleja de su padre, Baby y Johnny inician un camino juntos en el que ella descubre el sexo y él el amor y la confianza.
La película, que se centra en los principios de la década de los 60, resalta las diferencias entre la clase trabajadora y la media-alta, el comienzo de la ruptura de las «normas sociales» y el despertar de la libertad sexual auspiciada por una música más cálida e inspiradora. La lucha de ella por lo que es justo -que le causa varias dificultades- encarna la inocencia del momento, inocencia que termina cuando descubre que no siempre quien se precia de ser justo lo es.